Por: Liliana Castro
Los líderes actuales se enfrentan a nuevas formas de trabajar, situaciones de crisis nunca antes vistas, alta exigencia para generar resultados cada vez más retadores y como si fuera poco, tener la capacidad para autocontrolarse, mantener una actitud positiva, una mente flexible y enfocada, evitar el desperdicio de tiempo y energía; para motivar, inspirar y generar compromiso en sus equipos de trabajo, sacando lo mejor de ellos.
Atravesamos una realidad que exige a los líderes un alto nivel socio emocional, con elevados niveles de conciencia, flexibilidad y apertura mental, para llevar los equipos al logro de los objetivos.
Vale la pena invertir en desarrollar el liderazgo, las competencias de influencia y persuasión. Para afrontar las pequeñas crisis que nos roban energía en esta nueva realidad. Saber dirigir a sus colaboradores y sacar lo mejor de ellos con entusiasmo y pasión
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